Descripción
RuralCare es un proyecto cofinanciado con fondos europeos (programa EaSI) de innovación en servicios sociales que consiste en el diseño, puesta a prueba y evaluación de un enfoque innovador sistémico para la provisión de cuidados integrados de larga duración, adaptados a las personas. Se dirige a personas mayores, con dependencia, discapacidad y enfermedad crónica que deseen vivir en su domicilio y que residan en zonas rurales del norte de la provincia de Valladolid (Tierra de campos).
RuralCare se enmarca en unaserie de proyectos piloto que bajo la marca “a gusto en casa” que se han implantado en territorios rurales de seis provincias castellanoleonesas, cuya intervención se basa en un enfoque de derechos. Pretende dar respuesta al principio 18 del Pilar Europeo de los derechos sociales que establece que “Toda persona tiene derecho a cuidados de larga duración asequibles y de buena calidad, en particular de asistencia a domicilio y servicios comunitarios”; se basa en criterios éticos de calidad de vida y de la atención centrada en la persona. Por ello, el proyecto pone en el centro el proyecto de vida de las personas y atiende a los valores, deseos y preferencias individuales de las personas implicadas.
El proyecto fue incorporado en la Estrategia de prevención de la dependencia y promoción del envejecimiento activo aprobada por Acuerdo 28/2017, de 15 de junio, de la Junta de Castilla y León. Se trata de un modelo de cuidados de larga duración con que persigue que las personas que necesitan apoyos (preferentemente personas con dependencia) puedan seguir mantener sus estilos de vida en el entorno con los apoyos que necesiten.
Es un proyecto que requiere la implicación de actores públicos y privados y la coordinación de servicios sociales y de salud a nivel local y regional. La Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León coordina el proyecto en las diferentes provincias en las que éste se está implantado. Cuenta con el apoyo de las Diputaciones Provinciales, la Consejería de Sanidad (SACYL) y una red de entidades sociales que proveen los apoyos: Pronisa (Ávila), Aspanias (Burgos), Asprona León y Asprona Bierzo (León), Fundación San Cebrián (Palencia), Asprodes (Salamanca), Fundación Personas (Segovia), Asovica (Soria), Fundación Personas (Valladolid), Intras (Zamora). La Universidad de Valladolid junto con una empresa privada (Fresno the right link) evalúan el proyecto, en cuya difusión colabora la European Social Network (ESN)
Análisis
Actores y coordinación
Este modelo de cuidados de larga duración introduce algunos elementos de gestión y gobernanza que se han mostrado imprescindibles para que las personas puedan permanecer en su domicilio, sean cuales sean sus circunstancias y manteniendo su estilo de vida.
Se destaca como elementos clave el rol de gestor de caso para la coordinación a nivel interinstitucional y para la modificación y manejo de las herramientas de implementación. Además, es importante destacar la colaboración público-privada en este ámbito sociosanitario.
Fases del proyecto
El proyecto ha sido realizado conforme a unas fases previamente definidas y diseñadas junto con los principales actores, tanto públicos como privados para favorecer la implementación progresiva en cada uno de los territorios. Además, se han ido incorporando algunas modificaciones y reorientaciones procedentes de las demandas de las personas destinatarias y de los aprendizajes.
En primer lugar, cuando se inicia en una zona rural se realiza una campaña de información sobre el proyecto destinada a las personas responsables, representantes municipales y provinciales y a profesionales implicados en cada uno de los territorios y a las personas destinatarias del proyecto, sensibilizando sobre la necesidad de avanzar hacia el nuevo modelo de cuidados integrados de larga duración, es decir propiciar apoyos individualizados que permitan a las personas continuar su proyecto de vida en comunidad evitando de este modo la institucionalización.
Después se inicia la fase de adhesiones. Es un proceso individualizado y proactivo a través de los CEAS. Requiere de la coordinación constante con sanidad para el intercambio de información entre ambos sistemas. Paralelamente, se valora e identifican las demandas de las personas que requieran una intervención más urgente a través del diseño de un plan provisional de apoyos.
Este plan provisional será apoyado por la persona coordinadora de caso, para lo cual se usará una metodología de historias de vida y proyecto de vida, acordado previamente con la persona atendida. Tras su implementación inicial, se hará una revisión continuada de los resultados, según el proyecto de vida acordado con la persona beneficiaria y los apoyos requeridos. Conforme avance en el proyecto, se van incorporando algunas modificaciones y reorientaciones procedentes de las demandas y necesidades de las personas destinatarias para que haya un ajuste permanente. Con el fin de que la respuesta sea ajustada y responder a las necesidades cambiantes, recientemente se ha introducido el mecanismo de silencio positivo, de modo que si el profesional gestor de caso prescribe un apoyo y la Gerencia no responde, en el plazo de tres días este se ponen en marcha.
Situación actual de los proyectos:
Lecciones y perspectivas
El proyecto demuestra la posibilidad real de apoyar a las personas en sus deseos para que permanezcan en su domicilio hasta el final, con independencia de su situación personal, de su unidad de convivencia y características de la vivienda, ajustándose de este modo a las necesidades personales. El proyecto demuestra ser una respuesta adecuada incluso en los contextos más difíciles como son las zonas rurales más despobladas.
Sus elementos más destacables son:
Plan de apoyos al proyecto de vida como acuerdo entre la persona usuaria y el sistema de atención: Cada persona que recibe apoyos cuenta con un plan individualizado que contempla su proyecto de vida y aborda los desafíos de accesibilidad, asequibilidad, calidad y sostenibilidad en áreas rurales despobladas, facilitando así a las personas la permanencia en su hogar.
Equipos mixtos, interdisciplinares, territorializados: La puesta en marcha del proyecto contempla una distribución de competencias compartidas que cuenta con profesionales organizados en equipos mixtos territoriales de servicios sociales y de salud, del ámbito público y privado (Tercer Sector), con una coordinación interterritorial. La figura del gestor del caso juega un papel esencial en la coordinación sociosanitaria, tanto en la planificación y de la asistencia como en la coordinación interdepartamental.
Respuesta personalizada, adaptada y rápida: El Plan de apoyos se establece de acuerdo con la persona y teniendo en cuenta su voluntad y necesidades. El silencio positivo de tres días para la validación de los planes de apoyo al proyecto de vida, o su modificación, permite una gran inmediatez y flexibilidad para la cartera básica de servicios.
Financiación del proyecto: Es complementaria a la de las prestaciones de dependencia. El coste adicional de los servicios se cubre con presupuesto de la Gerencia de Servicios Sociales y con el copago que le corresponda a cada persona. El cálculo del copago se realiza con los mismos criterios que se utilizan en el sistema de la dependencia. Es una financiación individualizada que posibilita su adecuación a los apoyos pactados con cada persona para el desarrollo de su proyecto de vida. Las prestaciones son compatibilidades con el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y Prestación Económica de Cuidados en el Entorno Familiar (PECEF). Además, tomando de base el coste medio, inferior a 500 euros al mes, es un modelo sostenible y mucho menos costoso que la atención residencial.
Aprendizaje incremental en el curso de su implementación: Se han ido introducido modificaciones para adecuar algunos elementos a las diferentes situaciones que se han ido presentando, como es la definición de nuevas compatibilidades entre las prestaciones de dependencia y los apoyos ofrecidos a través del proyecto, así como la flexibilización de la posibilidad de atención 24/7. También se han encontrado resistencias puntuales entre profesionales y dificultades iniciales para el trabajo colaborativo en cada territorio que se han intentado resolver mediante las alianzas y el trabajo colaborativo que han facilitado y promovido la consolidación del proyecto.
Para la evaluación se dispone de una base de datos compartida entre profesionales de cada territorio que integra información sobre los apoyos y servicios que reciben las personas adheridas, así como el coste total de los mismos.
Documentación
El modelo de cuidados está disponible en la página web de la Junta de Castilla y León y en la web del proyecto RuralCare.