Caso 7: Un estudio de caso crítico y reflexivo sobre la reforma del sistema de protección infantil en Inglaterra

Por: Justin Rogers

A principios del siglo XX, el sistema de cuidados alternativos para niños, niñas y adolescentes en Inglaterra se proveía en entornos institucionales, a menudo workhouses[1] u orfanatos. En los últimos 100 años, el sistema se ha reformado significativamente por un proceso continuo de desinstitucionalización. Como resultado, ahora es de los sistemas de cuidados alternativos en familia más consolidados del mundo. Hay más de 60.000 cuidadores de crianza, y más del 70% de niños y niñas en cuidado alternativo están en provisión en familia integrada en comunidad. Este documento analiza la desinstitucionalización y presenta mensajes clave para actores políticos en países que se están embarcando en estas reformas.    

  • Al comienzo de las reformas del cuidado inglesas, algunas partes interesadas dentro del sistema institucional albergaban preocupaciones sobre el cambio. Es importante que los sistemas en transición aborden de manera proactiva las preocupaciones a través de la negociación, tanto antes como durante el proceso, no sólo como medida reactiva.

  • En etapas iniciales, la participación infantil y los derechos del menor no eran un enfoque principal. Sin embargo, las personas defensoras y personas que han experimentado la atención ahora participan más activamente en el desarrollo continuo de políticas y prácticas. Esto es crucial porque esas personas poseen un conocimiento experiencial único sobre las realidades del cuidado público y deben estar al frente de los procesos de toma de decisiones.

  • En las últimas décadas, la Oficina de Estadística Nacional ha establecido datos administrativos precisos que muestran las tendencias en la cantidad de niños que ingresan al cuidado y los recursos de cuidado alternativo disponibles, lo cual es crucial para analizar e informar políticas y prácticas.

  • El rol de acogida cambió significativamente, con mayor profesionalización, aunque la situación laboral es todavía incierta, dando problemas en compensación y apoyo. Hay inequidad de asignaciones a familias cuidadoras, entre proveedores de servicios de acogida, familias extendidas a cargo de menores y familias acogedoras.

  • La retención de cuidadores recién aprobados particularmente es problema constante. Con un aumento de llamadas para mejorar la capacitación inicial estandarizada, que incorpore enfoques informados sobre trauma, para que los cuidadores de crianza estén mejor preparados para el rol. 

  • La implementación de modelos de acogimiento familiar ha sido desafiante y costosa (p. ej., el tratamiento de acogimiento familiar de Oregón). Es vital que cualquier adaptación internacional de modelos de práctica sea precavida y ajustada tanto a la cultura como a los contextos locales, mientras se escala de modo sostenible.

El modelo inglés de acogimiento familiar implica una economía mixta de provisión con proveedores estatales, personas voluntarias e independientes. Hay una creciente preocupación por el capital privado y monopolios potenciales que tienen ganancias excesivas de la financiación pública. Por lo tanto, es importante que cualquier desarrollo planificado de sistemas con economías de cuidado mixtas similares considere una regulación de mercado adecuada, para garantizar que los fondos se dirijan mejor a los servicios de apoyo familiar y a las y los niños bajo cuidado.


[1] Las workhouses en Inglaterra eran instituciones de caridad que proveían refugio, alimento y trabajo a personas en situación de vulnerabilidad.